Después de un largo día de trabajo, no hay mejor sensación que acostarse en una cama suave y relajarse. Es el momento para reponer energías para el día siguiente y para eso es fundamental tener ropa de cama que nos proporcione todo ese bienestar.

Dé prioridad al confor

¡A la hora de dormir, la comodidad es la consigna! Tanto las sábanas como el edredón deben ser ligeros y suaves y, a la hora de elegir, hay que tener en cuenta que cuantos más hilos la trama del tejido tenga, más suave será.

También las almohadas juegan un papel importante en la calidad de nuestro descanso. En este caso, la elección debe dirigirse para almohadas viscoelásticas, pues son transpirables y se moldean a las formas del cuerpo.

Tejidos para cada estación

En la elección de la ropa de cama debemos tener en cuenta la estación del año. En el caso de las sábanas de invierno, la coralina y la franela son óptimas opciones por la suavidad y nivel de temperatura que proporcionan. Para la primavera / verano, sábanas de tela 100% algodón confieren toda la frescura necesaria sin descuidar el confort y, en vez de edredones, podemos optar por colchas ligeras y de tejidos más finos.

La importancia de los colores y patrones

No menos importante es la elección de los colores y los patrones. Por ejemplo, si la habitación tiene un papel tapiz estampado, debemos optar por textiles más lisos y en tonos neutros o viceversa. La ropa de cama debe estar en armonía con la decoración de la habitación, haciendo el espacio más equilibrado.

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